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martes, 6 de octubre de 2015

PERE FUSET. Mi opinión.



A los casi 100 días de la entrada del nuevo gobierno municipal (agosto no lo cuento), y tras estar silenciado en mis opiniones relativas a la fiesta por esta razón y por otra personal bien conocida, no con el fin de conseguir ningún objetivo si no de no generar malos entendidos, paso a daros mi opinión de la gestión hasta ahora del presidentes de JCF.

Se puede estar de acuerdo o no con lo que voy a exponer. Pero lo que es cierto y quien no lo quiera ver es que no puede verlo con imparcialidad, es que esta es la percepción general que me transmite la “calle”, es decir, los falleros de a pie que no participan en ninguna tertulia y que solo por la trayectoria fallera, merecen un respeto y que se les oiga.

Pere, tiene a mí entender dos caballos de batalla. Uno está dentro de su propio partido donde a la vez se subdivide en dos partes como son un rival al sillón que ocupa con gente de su partido en Valencia que hubieran preferido que en lugar de él hubiera estado otro concejal y la gente de su partido que no le gusta las fallas o pasa de ellas, bien en Valencia, bien en pueblos. Esto último provoca la generalización. Ya sabéis, si una persona hace una cosa mala, todo el partido es malo. El propio Fuset fue presa de esa generalización equivocada cuando acusó a Félix Crespo de hacer “mangarrufas” solo por ser del PP en un coloquio reciente y luego tuvo que rectificar pidiendo disculpas. Esta generalización a nivel popular es muy frecuente, suele ser tan frecuente como injusta.

Y el otro caballo de batalla lo tiene en el propio seno fallero que a la vez, también, subdividido. Por una parte los delegados de sector que están acostumbrados a un sistema de trabajo y de repente se lo cambian pensando muchos de ellos que Pere ha colocado a un “comisario” afín al partido en cada delegación para controlar y tener información directa de lo que sucede en cada oficina siendo (según se habla) todos afines al partido y me cuentan que siempre había vendido que Junta debía de ser apolítica, y por otra la comunidad fallera de la ciudad y los cuatro pueblos que están muy pendientes y expectantes del más mínimo movimiento del presidente para opinar.

Esto último genera un problema añadido y es la perfilación política de cada uno, viendo como hay una sinrazón ideológica por parte de unos y otros que no genera confianza ni en mi, ni en muchos falleros “silenciosos”. Y me explico: hay quien por gustarle la ideología política del presidente, todo lo que hace le parece bien incluso alguno babeando, otros, por el contrario, todo lo que hace le parece mal y van al degüello echando fuego. Ambas posturas me parecen tan injustas como perjudiciales para la fiesta.

Esta segunda postura ha provocado que el propio presidente haya escrito en las redes sociales (benditas redes sociales pensarán muchos de su entorno, pero que se pueden volver en contra con un solo traspiés) un decálogo sobre desmentidos de supuestas decisiones que pudiera tomar Fuset sobre detalles de la fiesta y que, aunque en muchas ocasiones pueden parecer infundadas, en otras sí que tienen una base más o menos fundamentadas en pasos previos del propio presidente o de gente de su propio partido: (https://www.facebook.com/perefuset/posts/10153057878271050:0

Igual el propio presidente debería de mirar dentro tanto como fuera a la hora de averiguar por donde se escapan esos supuestos. Y es que a veces, de comentarios sin aparente importancia se pueden extraer frases descontextualizadas que pueden ser utilizadas por “rivales” de dentro y/o de fuera. Creo que me explico.

Lo que está en la calle lo está por decisiones tomadas como intentos de cambio de lugar de la Asamblea, que el alcalde no nos deje aparcar en la plaza en las propias asambleas cuando esta plaza sí que es utilizada por manifestaciones y otras razones, que lleve decisiones a la asamblea sin haber consultado con los falleros, dos jurados de cortes con muy pocos falleros pero con un corte lingüístico y cultural muy claro y declarado (sobre este punto se puede hacer un artículo extenso de opinión por incompatibilidades de jurados de las que estoy seguro que el propio presidente desconocía siendo los propios jurados los que deberían de haber sido legales y declinar el puesto como sí que hizo alguno que le expuso a Fuset que él no debía de ser por cercanía con alguna candidata, y de renovación en la forma de tratar a las chicas y a las niñas evitando que sufrieran para que se lo pudieran pasar bien cosa que veo que han conseguido entendiendo que estaban inmersas en un proceso pero su vida fuera de Junta seguía en el plano laboral y personal, pero creo que este año no debo opinar sobre esto, sería difícil ser imparcial), cargarse a todos los vicepresidentes anteriores nombrando a toda la directiva nueva etc. etc.

Pero también hay quien está viendo al presidente más “cercano” al pueblo, que sí que se preocupa de los problemas reales y que ante decisiones equivocadas (que las ha tenido) ha rectificado, cosa que antes nunca o casi nunca se ha visto. Os adelanto que sobre estas decisiones equivocadas y rectificadas, en los próximos días se va a hablar y mucho.

Otro detalle que destaca y que no quiero que se compare con anteriores, es que mucha gente piensa que lo hará bien, mal, regular, pero lo que hace lo hace a base de mucho esfuerzo de horas de dedicación y de intentar ponerse al día apoyándose en falleros de diversa índole para intentar estar a la altura de lo que se necesita pues su corto bagaje fallero y su inexperiencia dentro de esta comunidad fallera le han jugado ya alguna mala pasada haciendo que en pocas semanas se haya dado cuenta perfectamente de donde está y lo que le puede pasar si pisa en falso.

Hay algo que el propio presidente intenta mantener al margen y es la revuelta identitaria que se ha generado en Valencia por decisiones del alcalde o por hechos de políticos de su partido como en Torrent u otras poblaciones que ya sabemos lo que pasa. Parece un islote dentro de un océano anti españolista y a veces anti valencianista.

Ha sorprendido gratamente las dos asambleas que ha dirigido por la solvencia con las que las ha manejado y con detalles que han gustado como el reparto de intervenciones de las áreas que se tocaban dando voz a los vicepresidentes encargados de esas áreas. También ha dejado hablar y replicar. Nunca ha cortado a nadie ni ha dejado a nadie con sin turno de réplica. Y ha encajado bien las críticas de los presidentes.

Mucho cuidado tendrá que tener para no dar la impresión que domina los temas espinosos antes de entrar y que los controla a espalda de los presidentes por mucho que estos lleven un papel firmado en contra de alguna decisión que el haya tomado. No hubiera estado mal que le hubiera echado un capote… (perdón), una ayuda al presidente de la Inter en su intervención que recordamos provocó desconcierto.

Lo que si que echa la calle de menos es que su tan cacareada despolitización de la fiesta en caso de que mandara su partido no solo no se ha producido ni lleva camino de ella, si no que se ha acrecentado por detalles como los que he comentado antes o decisiones que muchos piensan que tienen cierto tufillo a demasiado partidista. Esto no merece un comentario de desmentido, más bien un cambio en ciertas actitudes.

Resumiendo, si me pidieran una calificación de los primeros 100 días le daría un “6”. Progresa adecuadamente.

Vuelvo a decir que esta es mi opinión personal construida con los comentarios que me llegan de la calle y lo que personalmente he vivido. Podéis estar de acuerdo en todo, en parte o en nada. Es vuestra decisión tan respetable como esta opinión.

P.D. Por cierto, hay quien apunta que Pere puede ser el "delfín" de Ribó y se esté trabajando para que pueda ser el próximo alcalde de Valencia.

PEPE HERRERO.

1 comentario:

  1. Dicen que "Rectificar es de sabios", pero es más cierto que es más de sabios no equivocarse y no tener que rectificar. Es muy fácil "dar" y luego, si vienen malas, rectificamos, pero "lo dado" ahí se queda. Tengo serias dudas sobre la forma de actuar y de rectificar. El Programa de gobierno municipal de su partido dejaba muchas cosas claras, otra cosa es que, como cualquier partido que se precie, no cumpla sus promesas electorales, aquellas que hicieron que unos votos entraran en las urnas.

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