Recuerdo que en los años 70 Supertramp nos obsequiaba con
aquel inolvidable tema llamad ‘Crisis, what crisis?’
Pues esto es lo mismo. Preselección, elección de cortes de
honor, elección de fallera mayor: ¿Normas? ¿Para qué?
Y ese “para qué” es el verdadero caballo de batalla.
Félix Crespo: “No seré yo quien ponga normas para la elección
de las cortes para no eliminar la posibilidad de que ninguna candidata se vea
fuera antes de empezar la elección” (Fin de la cita)
Pero ni Félix, ni Alfonso, ni Paco… Ningún presidente ha
hecho nada. Pero, ¿había que hacer algo? ¿Si o no?
¿Qué se busca en las cortes de honor y en las falleras
mayores de Valencia?
Nadie lo sabe, nadie lo dice, pero todos opinan.
“No es un concurso de belleza” Pero si sacan una ‘poco
agraciada’ críticas.
“No se debe de sacar solo gente con dinero” Pero como una
fallera mayor de Valencia ‘no llegue’ y le tengan que ‘ayudar’ críticas.
“No hay ninguna norma” Pero todo el mundo piensa que la suya
era la mejor en lugar de ‘la que han sacado’.
A ver, pongamos orden.
Si no hay normas ¿Cómo se puede criticar que hayan sacado a
tal o cual chica?
Si no hay normas ¿Cómo podemos pensar que ha habido tongo
porque se han dejado fuera una más guapa?
Si no hay normas ¿Cómo se dice que han salido las que todos
esperábamos?
Si no hay normas ¿Quiénes somos nosotros para valorar el
gusto de un jurado?
Si no hay normas ¿Por qué pensamos que esta y esta otra
chica ya están en la corte? (Que levante la mano el que no vea ya dentro de las
cortes algunas de las preseleccionadas, por una razón o por otra)
Si no hay normas ¿Por qué todos damos nuestra opinión en
lugar de respetar a los jurados?
Pero claro, ¿puede que esta situación de no haber normas
encubra otras cosas y la crítica sea una vía de escape contra la impotencia de
no poder protestar porque ‘no hay normas’?
Al no haber normas,
un vicepresidente o miembro de Junta podría formar parte de un jurado y decir
desde el primer día que la fallera mayor o infantil de Valencia es fulanita
porque podría pensar que es la que mas la gusta a la alcaldesa. Entonces podría
empeñarse en tal o cual chica o niña y nadie le podría discutir porque ‘no hay
normas’ pero como ‘no hay normas’ nadie le podría reprochar a los otros miembros del jurado que
no sacase a la ‘favorita’ de la alcaldesa y todos la tendríamos que aceptar.
Al no haber normas un jurado de preselección podría sacar a
una candidata porque fuese muy amiga del presidente de una falla y que la
sacase cuando nadie lo esperaba. Pero, si nadie lo esperaba… ¿por qué nadie lo
esperaba? Si ‘no hay normas’. Nadie le podría reprochar a esta persona del jurado aunque
fuera amiga del presidente de la falla porque ‘no hay normas’
Al no haber normas, un jurado podría sacar a cualquiera de
las candidatas porque alguna compañera de su corte es fallera de una falla del
sector que juzga y sacar a una chica o una niña porque no habría ningún
problema ya que ‘no hay normas’.
Al no haber normas, aunque desde Junta se quitase alguna
elegida para poner alguna enchufada en las listas de las cortes nadie podría
decir nada porque todas las candidatas son válidas puesto que ‘no hay normas?
Podrías seguir con ejemplos hipotéticos como todos los que
he puesto pero que todos sabemos que esto no ocurre.
Aunque como ‘no hay normas’ todo está bien y una vez
elegidas nuestras reinas…
¡VIVAN LAS FALLERAS MAYORES DE VALENCIA Y SUS CORTES!
Todas, pero todas, son válidas porque ‘no hay normas’ ¿Verdad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario