Dice el diccionario de esta palabra, contrastar, que es esto:
1. tr. Ensayar o comprobar y fijar la ley, peso y valor de las monedas o de otros objetos de oro o plata, y sellar estos últimos con la marca del contraste cuando ejecuta la operación el perito oficial.
2. tr. Comprobar la exactitud de pesas y medidas por ministerio público, para que estén ajustadas a la ley, y acreditarlo sellándolas.
5. intr. Dicho de una cosa: Mostrar notable diferencia, o condiciones opuestas, con otra, cuando se comparan ambas.
Me quedo con las acepciones 3 y 4.
Comienzo por la acepción 3.
Es evidente que es una palabra que en las tertulias radiofónicas y privadas hemos escuchado estos días en muchas ocasiones.
Se ha utilizado para intentar desprestigiar lo que he dicho precisamente sin contrastar que es lo que yo tenía para hacerlo.
Se me acusa de que no he contrastado la veracidad de los hechos sin contrastar si lo he contrastado.
Por lo que veo es una maniobra típica de políticos cuando se les pilla “con el carrito de los helados”.
En lugar de trabajar para cambiar su imagen por algo que es evidente, comienzan maniobras de distracción para intentar salir indemnes. Aún recuerdo, por ejemplo, cuando se le pilló a “Txiqui Benegas” una conversación por el móvil (los motorolas zapatofonos aquellos) y en lugar de disculparse públicamente, promulgó una ley anti-escuchas telefónicas.
Pues igual. Como tengo el poder, lo mió es lo único que vale. Como tengo experiencia, hago lo que quiero. Como nadie me ha soplado nunca en la oreja, ni se ha atrevido, pues aprovecho la ocasión. Como tengo al poder de mi parte, nadie se atreverá a dudar.
Las cosas cambias. Todos los transgresores han sido criticados, vilipendiados, crucificados… pero luego sus iniciativas se han hecho populares aunque nunca se han reconocido sus creadores. Tampoco lo espero. Ejemplos mil. ¿Cuantos medios hacen ahora lo que nosotros pusimos en marcha y que nadie hacia antes?
Las fallas también evolucionan y los cambios que estamos viendo que se nos vienen encima en ocasiones cuestan asimilar.
Mirad, el caso sucedido en esta semana tiene una curiosidad que no quiero dejar de compartir con vosotros: leímos el famoso correo en la radio. Pero cuando mas efecto causó fue cuando lo publiqué en la página Web www.ondafallera.net y en el blog.
Algo que nos está haciendo plantearnos muchas cosas. Pero eso es otro cantar.
De momento las paradojas siguen escuchándose:
- No somos nadie en la fiesta pero la que se ha montado.
- No nos escucha nadie pero el lío es conocido en toda la comunidad fallera de nuestra región. (Ayer en Sagunto me preguntaban detalles sobre lo sucedido).
- Decimos cosas infundadas o no contrastadas, pero somos capaces de cambiar el organigrama de esta fiesta (palabras textuales ayer en una tertulia radiofónica y televisiva).
- No importa lo que decimos y nos dedican programas y programas. Conversaciones y conversaciones…
En fin, para que seguir. Que las evidencias caen por su peso y el que se desprestigia es el que las dice.
Y no se me olvida la “acepción 4” de la palabra contrastar: os recuerdo que dice Resistir, hacer frente.
Si he contrastado o no el contenido del correo nadie me lo ha preguntado. Y cuando digo nadie, es que si alguien me lo ha preguntado no es nadie.
Pero que “he contrastado” (acepción 4) la situación es algo visible y obvio por todo lo que se ha dicho de mi sin contrastar (“acepción 3” ).
Es curioso, me piden que contraste yo cuando nadie contrasta lo que digo.
Por tanto sigo contrastando a pesar de las descalificaciones plenamente infundadadas y sigo contrastando las informaciones recibidas.
Lo que si está contrastado es un correo recibido, también está contrastado que para Junta Central Fallera era una “tontería”, y está contrastado que han sido consecuentes con su pensamiento pues la única decisión tomada ha sido animar al jurado. Es decir no darle importancia.
Eso no quiere decir que estén de acuerdo con la realidad. A los hechos me remito. Una vieja reminiscencia de Junta que espero que se rectifique<. Estar mas acorde con la realidad fallera. Cuando todo el mundo habla de esto, ellos siguen como si no existiera, por lo menos públicamente.
Seguiré contrastando (acepción 3) y contrastando (acepción 4).
Muchos habéis contrastado que es cierto a lo largo de los más de 1075 programas de Nuestras Fallas.
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