Las cosas relativas a las fallas no tienen una fijación
especial en casi ninguno de sus campos. Puede verse como nada es definitivo
aunque lo parezca. Todo evoluciona.
Hay algo que vengo observando desde hace un tiempo y que en
estos momentos difíciles para las fallas (no hablo de la crisis, hablo de la
situación social en la que se encuentran las fallas) se necesita mucha más
unión. Y es en los momentos difíciles cuando las fallas han mostrado esa unión
que tanto cuesta. Algo que también tiene su parte positiva, los falleros no se
unen por que si, cuando se unen es que hay algo que debe preocupar a los
mandatarios de turno.
Ejemplos últimos han sido la reducción, o el intento de
reducción de la subvención que en principio se quería baja del 25 al 15% y se
quería vender como tan solo el 10% cuando la rebaja real era de un 40, o el
tema del 19 de marzo en el que, parece que de momento definitiva, ha reculado
el Molt Honorable.
Por eso, en estos momentos las fallas tienen que estar
unidas más que nunca, las agrupaciones deben de ejercer un papel que por Ley y
Reglamento nunca pueden hacer los sectores. Yo siempre digo que las
agrupaciones son necesarias y deben de actuar como sindicato ante Junta Central
Fallera. No creo que nadie mínimamente inteligente
se pueda imaginar ninguna acción reivindicativa de un sector ante “sus jefes” y
mucho menos de ningún delegado de sector pues sabe que le quedan las horas
contadas en su delegación. ¡A los pasillos!
Pues en estos tiempos que decía antes, la unión se puede
forjar en un sentido: la reagrupación de todas las agrupaciones de nuevo. La
UACC parece que tiene los meses contados. No veo el ánimo inicial. Sin duda la
falta (lamentable y llorada) de su impulsor es un punto importante. A ello se
une que varias de las 5 agrupaciones que la componen están dejando de creer en
el motivo inicial y que a su vez ven como la reactivación de la Interagrupación
llevada de la mano de una gestión serena poco estridente pero muy eficiente y a
su vez llamativa en la que a modo de iceberg solo vemos un 25% de la gestión,
puede ser un aliciente para volver, no en vano la razón máxima de la escisión
era la inactividad en el ente fallero. Ahora no es así y no está pasando
desapercibido ese cambio, ni para los presidentes de agrupación de la UACC ni
para los presidentes de las fallas que componen estas agrupaciones.
Esto supondría una alegría para las agrupaciones de la Inter
y sería una situación como la vuelta del “hijo pródigo”.
Sinceramente yo me alegraría también pues la unión ahora es
cuando más la necesitamos, y es más cómodo negociar de una con una voz que
tener que tener una reunión previa entre dos entes para luego ir a Junta o,
incluso, al Ayuntamiento. Y visto los movimientos efectivos y positivos de la
Inter sería lo mejor para las fallas.
La vanidades iniciales tienen que dar paso a la coherencia
en bien de todos.
Estoy seguro que esto va a ser así y va a redundar en
positivo para las fallas.
Cuando faltó Pepe Monforte, un presidente soltó en una reunión
aquello de “muerto el perro se acabó la rabia”. La frase fue desafortunada y
tuvo que explicarlo, en el fondo aquel presidente sabía lo que quería decir
aunque no lo hizo de forma muy acertada.
Hoy digo que, desaparecidas las razones que hicieron que se
creara la UACC, lo normal es volverse a reagruparse todos. Es lo más coherente. Y cuanto antes mejor. La situación lo requiere.
Y nadie duda que la “vuelta del hijo pródigo” sería muy bien
acogida. Aunque esta vez son “los hijos pródigos”. .
Como dice mi buen amigo Rai, “es mi opinión”.
¡Ojalá que sea cierta la disolución de la antirreglamentaria UACC! El vigente Reglamento Fallero, en su Art. 37.1 reconoce que "Las Agrupaciones de Fallas, en ejercicio de su libre voluntad, podrán constituirse en una instancia superior para aglutinar las iniciativas y cuestiones de interés común que se denominará Interagrupación de Fallas de Valencia". En ningún caso autoriza "la formación de diferentes entes agrupacionistas superiores", por lo que la creación de la UACC no es contemplada por artículo alguno, y su aprobación pudo ser un acto de prevaricación fallera del actual presidente de JCF y de su "falsa cúpula", que en su papel de directiva no llega a ser nada más que un "cielo raso" por los pocos beneficios que reporta a la fiesta fallera, premios concedidos a parte.
ResponderEliminarEn el apartado 3 de este mismo artículo del vigente Reglamento Fallero, se marca como "condición imprescindible para que la Interagrupación de Fallas mantenga en el tiempo la condición de reglamentaria, que represente a más del 50% de las comisiones de fallas censadas..." por lo que la UACC no puede continuar reconocida por JCF y poniendo en peligro a la Interagrupación, ya que no agrupa a ese 50%.
En su día, para complacer las ansias de presidir de un gran fallero y amigo, se aprobó la UACC. ¡Todos nos podemos equivocar! Se rompió aquello de "la unión hace la fuerza" y el carácter de Junta Central Fallera Paralela que llegó a tener la Interagrupación se vino abajo en beneficio de quien dirige las Asambleas de Presidentes que se permite en incumplir el Art. 56.4 impidiendo su aplicación ya que dice "El orden del día de una convocatoria de Asamblea General podrá alterarse incluyendo aquellas cuestiones de urgencia o necesidad con carácter extraordinario, previa aprobación por mayoría de los presidentes asistentes, o sea, aquello que antes se llamaba UNA CUESTIÓN DE ORDEN y que podía solicitar cualquier presidente al inicio de una Asamblea.
¡Ojalá que se acabe con el "Divide y vencerás" que tan buenos frutos ha dado a "la mesa" y que la voz de las fallas se escuche de nuevo en el hemiciclo por el bien de Las Fallas de Valencia!