Este año más que nunca, creo yo, se está hablando del
concurso de bocetos. Recordamos que es esa práctica en la que las comisiones
piden bocetos a varios artistas y luego se decide internamente de diversas
formas cual es el boceto elegido y se llama al artista cual fallera mayor de
Valencia recibe la llamada de Rita.
Pero, en contra de la opinión de algunos “amantes de las
fallas” quiero dar mi opinión.
Una cosa es predicar y tratar de convencer a las comisiones
que no es lo bueno ni lo necesario para plantar una buena falla acorde con las
posibilidades económicas o con la cantidad que se quieren gastar, que también
las hay.
Y otra cosa es meter las narices donde no te llaman. Y me
explico.
Una comisión es un grupo de gente asociado que en su casa
hacen y deshacen lo que quieren.
Vaya por delante que no me gusta tampoco. Las sorpresas
desagradables vienen el día de la plantá.
Pero hay que reconocer que si cada comisión hace lo que
quiere no somos nadie para criticar lo que es su casa hace cada uno. Porque en
la casa de los demás los triunfos y las derrotas son para quienes se las ganan.
Y si por elegir a tal o cual artista te sale mal es tu responsabilidad.
Por eso creo que esta campaña en contra de los “concursos de
bocetos” no cala del todo porque hay quien me ha confesado: “si, ahora elijo yo
la falla y sale mal y no te cuento como me ponen a parir en mi comisión, ¿Qué con
un artista de garantía eso no me pasaría? ¿eran de garantía los artistas que el
2011 dejaron sin plantar varias fallas o no?, prefiero que la responsabilidad
sea de la Junta General
Y me pregunto: ¿no será que ciertos artistas amiguetes de
ciertos medios de comunicación y de “enfermos de fallas” se han visto
perjudicados por esta práctica y han hecho mover esto?
No sé, eso último es una pregunta.
La opinión final es que “En cada casa cada uno hace lo que
quiere y no soy quien para meterme ni criticar lo que hace”.
¿Quieres concurso de bocetos? Pues para ti. ¿No lo quieres?
Pues para ti también.
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