Mucho se habla de la “cabotá” que supone ir a las asambleas
de presidente de Junta Central Fallera. Es algo que está en boca de todos
constantemente. Pero pocos son los que hablan, y si lo hacen pueden verse
revolcados como hemos visto en varias asambleas durante el último año.
Algo debería de cambiar. Y es un aviso a navegantes para los
presidentes.
Paco Lledó, y no me cansaré de decirlo, es un gestor de la
voluntad de los presidentes de falla que se dan cita en el Ayuntamiento de
Valencia, y como tal tiene que tratarlos. Esta voluntad a su vez emana de la
voluntad de los falleros que facultan a su presidente de falla para que lleve
su opinión, la de toda la comisión, a la asamblea.
Cuando Paco Lledó corta a un presidente o le deja en
evidencia aprovechando un mayor dominio de la situación pública, tiene que
recordar que corta a todos los falleros que este presidente representa y no
debería de hacer lo que a veces hace.
Aunque toda la culpa no la tiene él, Paco Lledó. Si la
primera vez que un presidente es ridiculizado o “desmontado” por la mesa, o un
presidente de una comisión es tratado de mangoneante públicamente por un
delegado de sector, si la primera que vez que ocurriera esto alguien se levantara
y le dijera al presidente que esas no son formas, Paco Lledó se daría cuenta
que está ante un foro que se merece todo el respeto del mundo, un foro donde
todos los presentes pueden y deben de dar su opinión aunque no sea favorable al
presidente e impedir que se les deje con la palabra en la boca cuando se vea
acorralado, si esto hubiera ocurrido y algún presidente hubiera reprochado esta
actitud, no volvería a suceder. Pero no ha sido así y habéis permitido que
compañeros presidentes vuestros sean puestos en evidencia públicamente.
Pero también es cierto que esta parte de culpa de los
presidentes de falla viene agrandada por el “miedo escénico” que supone hablar
en público máxime cuando se está en peligro de ser abucheado por cualquier
tontería o fallo que se pueda tener.
Los presidentes de falla, por naturaleza, deberíais de
apoyar incondicionalmente a cualquier presidente o representante de una falla
que hable aunque no estéis de acuerdo. Porque, aunque no os guste lo que dice,
debéis de defender a muerte su derecho a decirlo. Y hoy en día esto no es así.
Si se rompiera esa barrera se evitarían hechos lamentables como los que hemos
vivido en las pasadas asambleas.
Tenéis la fuerza del Reglamento y la debéis de utilizar en
provecho y bienestar de todas las fallas. Y el órgano máximo de las fallas en
Junta Central Fallera, es la Asamblea de Presidentes a la cual os debéis. Pero
os tenéis que respetar entre todos y apoyar lo que digáis sin fisuras. Solo así
se os respetará y se os tendrá en cuenta a la hora de tomar decisiones desde la
mesa.
Paco Lledó es, y puede seguir siendo, un gran presidente de
JCF, solo tiene que limar ciertos detalles que se generan de lo que he comentado.
Pero esta labor también es vuestra. No me vale que os lamentéis de “pegar la
cabotá” y luego no hacer nada por evitarla. Herramientas tenéis. Mi apoyo
también.
Hoy martes tenéis asamblea. Espero que todo transcurra con
normalidad.
Mañana os lo contaré.
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