No voy a dar nombres por que no los
tengo (y si los tengo me los callo de momento). Pero si hechos.
No voy a descalificar a nadie pues los
hechos los definen.
No se quien ha sido ni quien no, pero
si que se lo que ha pasado.
Antes, una breve explicación para
situaros en lo que después voy a comentar.
En la exaltación de enero de 2014 en
el Palau, en la reunión acostumbrada previa, éramos cuatro
televisiones que íbamos a hacerla en directo.
El acuerdo fue que una de las cuatro
ponía las cámaras y servía la señal “limpia” a las demás. Es
decir, sin “mosca” ni publicidad ni comentarios. Así nosotros la
personalízábamos. Para eso, el Ayuntamiento costeaba a la emisora
el importe de la señal para que la distribuya a las otras tres
teles. A eso se le llama señal institucional Y así se hizo.
Y estábamos esperando esa reunión,
que suele ser entre 10-12 días antes de cada evento, para el acto de
La Fonteta.
Y en esa tesitura estábamos cuando
veía que la demora no era normal. Por lo que indagué y tomé una
decisión.
Y voy cronológicamente de la forma mas
breve posible.
Jueves 18.
Ante la espera incierta y viendo que
nadie movia ficha, aviso que SI que voy a retransmitir en directo.
Hablo con la televisión que pensaba que iba a montar y que así me
confirmaron y se me dejó entrever que al ser mas de una, el
Ayuntamiento (o la concejalía de fiestas) iba a costear igualmente
el montaje de la televisión. Y esa era la sensación.
Viernes 19.
Para poder hacer la retransmisión
necesito dos puntos claves, una toma de internet y la señal
“institucional” de la televisión.
Pido internet al día siguiente.
Y vendemos la publicidad del acto aún
pensando que estaba todo mas o menos claro.
Lunes 22.
Empiezo a notar titubeos. Me informan
que casi seguro iba a ser yo la unica tele aparte de la que tenía
que montar. Hago alguna llamada y me dicen que si, que otra tele iba
a montar y que podría tener señal. Aunque nadie me asegura nada
pues seguían en comunicación con el Ayuntamiento para que les
costara los gastos.
Martes 23.
Por la mañana me acerco al pabellón,
pues nadie me había dicho nada ni sabía nada pensando que todos
daban por hecho que si que estaría en directo.
Me sorprende que la otra tele junto con
la organización del evento estaban a pie de pista para coordinar
todo. Aunque noto que mi presencia no gusta mucho, me quedo por allí
viendo todo lo que pasaba para coordinar de que forma me iban a dar
señal y donde me iban a ubicar. Desde la delegación de medios de
Junta me dicen que la cabina de arriba era mi puesto, aviso que
quiero dejar una cámara abajo para luego las entrevistas a las
elegidas y me hablan de razones de seguridad para que tenga cuidad a
la hora de tirar cables. Luego entiendo que si que voy a tenerlo
todo. Y sigo adelante.
También me dicen que una persona del
Ayuntamiento les había llamado para pedir los TC,s de lo que
hubieran de ser acreditados. Llamo a esta persona y me dice que el no
ha dicho nada de eso. Extraño, extraño.
Por otro lado me avisan de ONO que no
puede instalarme internet pues no hay líneas libres en el pabellón.
Aviso a Junta de lo que me pasa y me dicen que de la suya, por favor,
no lo haga pues siempre tiene problemas para poder subir las fotos y
retransmitir por la web.
Miércoles 24.
Me paso la mañana casi entera en el
pabellón. Me reuno con responsables del Valencia Basket y me
informan que de ninguna manera me pueden dejar pìnchar en su
internet.
Consigo localizar al director del
pabellón para ver si en su internet podía y la negativa es total
con una frase que me dejó molesto: “aquí cada uno se trae su
línea y sus cosas para retransmitir”. De nada sirvió que le
explicara mi problema. La cosas se complicaba.
Aún así, envío las acredtiaciones a
JCF para los compañeros. Les envío un correo con los datos de las
10 personas que necesitaba. No podía esperar.
Jueves 25.
Sobre el mediodía recibo algunas
llamadas en las que se me informa que se va diciendo que Onda Fallera
no va a retranasmitir porque la otra tele no me iba a dar señal
cuando nadie me había llamado para decirme lo contrario.
Mientras tanto me llega que desde esta
televisión habían llamado a otra que no tenía previsto hacerlo
para que lo hiciera. Blanco y en botella... si la otra televisión si
que lo hubiera hecho, el Ayuntamiento se hubiera visto obligado a
costear el servicio, pues ya éramos tres (bueno, yo ya me había
dado cuenta que no contaba).
Viendo que el el rumor iba creciendo,
publico en facebook que si que iba a hacerlo, lo podéis ver en mi
muro.
Intento hablar con alguien de la otra
tele y no puedo hacerme con él hasta bien entrada la noche. Me
confirman que le han dado orden de que no me pueden dar señal porque
el Ayuntamiento, al ser yo solo quien iba a retransmitir, no costea
la señal y no me la pueden dar. Luego los rumores venían desde
donde venían y esa orden era clara que venía para que yo no lo
hiciera. Pues de lo contrario no se hubiera difundido pues no
habíamos hablado nada que dijera que no lo podía hacer. Por eso por
la noche dejé escrita una pequeña frase diciendo: “no se si decir
lo que pienso, o pensar lo que digo”.
Es decir, por la mañana se iba
difundiendo que yo no lo iba a hacer porque la otra tele no me iba a
dar la señal. Además, no se comunica hasta la media noche. Luego
alguien ya sabía que no iba a tener la señal de la otra tele. Pues
de lo contrario no lo difunden.
Estaba claro. Si me lo dicen por la
mañana, aún puedo mirar opciones. Pero por la noche, ya no me daba
tiempo de nada.
A todo esto me habían llamado de JCF
que solo me acreditaban a 8 personas. ¿Solo a ocho? ¡Que esto es
televisión!, que no es la radio y en la radio siempre me dabáis
seis o siete, aquí necesito mínimo cuatro técnicos?
Pero... ordenes son ordenes.
No quise discutir.
Viernes 26.
Me pongo el mono de trabajo y con rabia
contenida comienzo a mover hilos, tenía que resolver en una mañana
los dos puntos claves.
Primero internet. Hago lo que tengo que
hacer y espero durante la mañana. A las 12 del mediodía había
puesto en marcha hasta tres posibilidades cuando el martes no tenía
ninguna. Una de ellas inalámbrica que desconocía pues me puede
servir para retransmisiones posteriores y es una buena forma de poder
retransmitir (nuestra señal llega al repetidor por internet en lugar
de radio enlace, mas económico y menos costoso de montar). Ya tengo
en marcha la primera pega. Ahora a por la segunda. Por la mañana
envío un whatssapp a una persona del Ayuntamiento y le pido que me
mire lo de la señal institucional. Pero también hablo con una
empresa y subcontrato dos camaras de calidad que me puedan dar
servicio.
Se me comunica desde Junta que solo
puede tener cámaras arriba, en el palomar donde estuvimos porque “la
tele oficial” es la otra. Además, si hubiera podido tenrelas
fuera, debería de haber presentado los TC de las personas que
estuvieran fuera y el certificado de prevención de riesgos
laborales. Pero todo el mismo día era imposible gestionar. La
persona que subcontrato le explico lo sucedido y me dice que vamos a
luchar para poder tener una retransmisión digna.
Ya tengo la primera cosa solucionada y
la segunda en marcha, con o sin señal yo iba p'alante. Pero sin
solucionar aún.
A todo esto, todos los días, por la
mañana ocúpate de los temas comerciales y periodísticos y por la
tarde aparece en pantalla con la mejor de las sonrisas junto a los
compañeros.
Al mediodía recibo una contestación
del whassap diciendome que “no hay señal institucional y que solo
la otra tele se lo ha gestionado”. Es decir, que no podía hacer
nada. Me dio la sensación que se esperó unas horas para no
contestarme enseguida y no hacerlo descarado.
Cerca de las nueve de la noche, con la
desazón propia del momento recibo una llamada milagrosa, una
locución que me supo a gloria: “Le llamamos de Ono, le informamos
que mañana entre las 9 y las 10 de la mañana un técnico se
personará en su domicilio de la avenida Hermanos Maristas 16 de
Valencia para instalar los servicios contratados, si está de acuerdo
con la insatalaión diga SI”.
Buuuufffff, imagináos mi respuesta.
En un momento me había cambiado todo.
Estaba entre feliz y nervioso.
Por eso a las 12 de la noche me vine a
preparar todo para por la mañana ir al pabellón a montar. Si veis
mi muro entendereis porque escribí lo que “Miedo e ilusiones”.
Sábado 27.
A las 8 me despierto y me preparo para
ir a montar. Todo solucionado, el montaje fue perfecto, y a las 12
del mediodía ya estaba emitiendo en directo desde el pabellón, la
señal que se veía ya era desde el ordenador que me llevé a La
Fonteta. Incluso hacemos una entrada en directo y la prueba es un
éxito pues Vicente Sanz, que me acompañó toda la mañana en el
montaje, es quien se encarga de salir al aire para probar. Recibimos
varias llamdas diciendo que lo habían visto y oído perfectamente y
nos alegró mucho. Y estaba mas tranquilo y esperando impaciente.
Me voy a las dos y a las cuatro de la
tarde vuelvo. No quería que fallase nada. Mi responsabilidad con la
audiencia y los compañeros era total y me pasé desde las 10 de la
mañana hasta que acabó el acto allí, con el paréntesis de las dos
horas del mediodía para comer y asearme.
Comienza el espectáculo y con los
nervios a flor de piel empezamos. La primera hora que es la de mayor
tensión nos indican que muy bien y que al principio, los problemas
de sonido iniciales se subsanan de inmediato y nos sale una primera
parte aseada con un gran trabajo técnico de los cámaras y de Pedro
Castedo a los mandos técnicos.
Durante la retransmisión me llegan que
la otra tele iba con retraso. No sabía lo que pasaba. Me daba igual,
yo me centré en estar atento a lo nuestro.
Por otra parte, empezamos a ciegas, no
teníamos minutaje del acto por lo que no pudimos preparar planos ni
nada, íbamos a ciegas teniendo que improvisar. Lo pedí y no se me
pudo facilitar.
Por ello, cojo el mando de la
realización y le digo a los compañeros de comentarios, Ferran Gil,
Vicente Pardo, Natalia Climent y Mayte Lechuga que se hagan cargo de
los comentarios mientras que Pedro se hace cargo del sonido y la
publicidad y Vicente Sanz colabora como cámara ocasional con Manolo
en la otra cámara. Aquí cada compañero arrimó el hombro en lo que
hizo falta lo que me hace estar muy orgulloso de ellos.
Así durante el acto lo que falló en
la realización fue de un servidor. Los cámaras iban haciendo lo que
yo les decía y los cambios lo hacía yo, hacía lo que a mi como
espectador me hubiera gustado ver.
Y así salimos, con tan solo dos
cámaras, un ordenador una mesa de mezcla de sonido amigos. Con eso y
una carga de ilusión grande os ofrecimos la retransmisión anoche.
Ayuda externa, poca o ninguna como veis.
Pero mi indignación sube enteros con
tres hechos principalmente.
El primero es que el pabellón tenía
pantallas donde se veía el acto por lo que ¡SI QUE HABÍA SEÑAL
INSTITUCIONAL! Pues esta señal estaba limpia como pudisteis ver los
que estuvisteis en el pabellón. Es decir, sin “mosca” (el logo
de la tele que corresponda” y sin publicidad).
Para el pabellón si que había pero
para mi no.
Lo segundo fue la prepotencia de algún
“compañero” de otra tele que avasalló a todos los que estábamos
abajo para entrevistar a las elegidas sin miramientos.
Y lo tercero, además que se vio en la
tele, es como desde la delegación de medios nos retiran del escenario
para que vengan la cúpula de junta con los jurados ha hacerse la
foto. Para nada sirvió que les dijéramos que aún nos quedaban
cuatro chicas por entrevistar. La otra tele hasta que no acabó no se
movió nadie. A nosotros y a otros medios nos ningunearon.
Hoy el cabreo no es solo mío con quien
ya sabéis, es generalizado.
Repito, nosotros con dos cámaras,
confinados en el palomar, con las dificultades que habéis leído,
con el intento de ahogarnos, os ofrecimos lo que buenamente pudimos.
Al final la ilusión pudo a la
sinrazón.
Y siempre, siempre, para nosotros, las
protagonistas fueron las chicas. Nunca nosotros.
Solo tengo una palabra.
¡GRACIAS!
GRACIAS A TODOS LOS QUE NOS HABÉIS
APOYADO Y NOS HABÉIS MANDADO MENSAJES DE FELICITACIÓN.
Y gracias a todos nuestros anunciantes
que habéis creído en nosotros y habéis apostado por nuestro
programa para promocionar vuestros negocios. Sin vosotros hubiera
sido imposible hacer todo esto.
A pesar de lo acontecido somos felices.
P.D. Un mención muy especial para Gloria, mi mujer, que ha estado a mi lado y ha sufrido todo esto conmigo siendo mi consejera ideal animándome en los momentos difíciles.
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